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martes, 17 de noviembre de 2015

volkswagen quiere que la Oficina Federal de Transporte (KBA) supervise las nuevas emisiones de CO2 (noticia)


La mayor parte de los vehículos en los que Volkswagen ha manipulado las emisiones de CO2 son del año 2016 -430.046 de los 800.000 automóviles-, y están en los concesionarios. 


La compañía alemana quiere que la Oficina Federal de Transporte Automovilístico (KBA) supervise las nuevas emisiones de CO2 que Volkswagen determine. Al igual que con los vehículos diésel afectados por la manipulación, los clientes podrán saber si su vehículo está afectado a través del número de identificación del vehículo en las páginas web de cada marca en cada país. Volkswagen mantiene la intención de asumir el coste del pago de impuestos más elevados en los vehículos que emiten más CO2


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viernes, 13 de noviembre de 2015

Al menos 18 personas murieron en tiroteos en París ( noticia)

Al menos 18 personas murieron en tiroteos en París (Le Parisien)


Al menos 18 muertos en varios tiroteos que tuvieron lugar esTa noche en París , comunico la policia .

Los sucesos se priodujeron en los distritos decimo y undecimo de Paris.


Además, dos explosiones se escucharon esta noche cerca del Estadio de Francia, acordonado por la policía poco después. El presidente François Hollande fue evacuado desde el Estadio de Francia, donde asistía al partido de futbol entre Francia y Alemania. Las granadas se escucharon cerca del estadio. En París, la policía esta interviniendo en estos momentos en muchos lugares afectados por estos ataques.



jueves, 12 de noviembre de 2015

¿El alzheimer se adquiere por contagio? ( «Nature»)

Un estudio plantea la posibilidad de que este y otros trastornos neurodegenerativos posean un origen semejante al de las enfermedades priónicas.

En el estudio, John Collinge, neurólogo del Colegio Universitario de Londres, y sus colaboradores practicaron la autopsia a ocho pacientes de 36 a 51 años que habían fallecido a causa de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Todos la habían contraído a raíz del tratamiento con hormona del crecimiento que después se supo que se hallaba contaminada por priones. La sorpresa surgió cuando descubrieron que seis de los cerebros presentaban también indicios característicos del alzhéimer (agregados proteicos de amiloide beta, un signo diagnóstico de la enfermedad), aunque los pacientes eran demasiado jóvenes para manifestar síntomas.

Tales observaciones indican que las inyecciones de hormona contaminada podrían haber portado pequeñas cantidades de amiloide beta que desataron la formación de más proteínas similares. Ni el alzhéimer ni ninguna de las enfermedades priónicas humanas son contagiosas por contacto directo. Pero se tiene constancia de su transmisión a través de ciertos procedimientos médicos y, en el caso del kuru, del canibalismo. El nuevo estudio plantea la posibilidad de que el alzhéimer sea una enfermedad contagiosa con una etiología similar a la de las enfermedades priónicas.

El nuevo hallazgo es provocador, pero los expertos aconsejan prudencia a la hora de interpretar los resultados. El neurocientífico John Trojanowski, de la Universidad de Pensilvania, señala el pequeño tamaño de la muestra y la carencia de pruebas directas de la transmisión que sustenten la causalidad. Pero si se acaba demostrando que el alzhéimer y otros trastornos neurodegenerativos comparten la misma vía y el mismo mecanismo patológico básico, los tratamientos podrían servir para todos.


«El contagio podría ser la causa en un porcentaje mínimo de casos», asegura Claudio Soto, catedrático de neurología del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston. «Pero lo más importante es conocer el principio en el que se basa, puesto que ello podría abrir nuevas puertas al diagnóstico y al tratamiento.» Investigadores como Soto y Collinge están intentando determinar el modo de detectar en los líquidos corporales los agregados de proteínas transmisibles que presumiblemente intervienen en el alzhéimer y en otras enfermedades neurodegenerativas, lo que podría suponer un avance en el diagnóstico.




Una proteína potencialmente priónica podría causar varias enfermedades, según un estudio publicado este verano por el nóbel Stanley Prusiner, descubridor de los priones en los años ochenta del siglo XX [véase «Priones», por Stanley B. Prusiner; Investigación y Ciencia, diciembre de 1984]. Él y sus colaboradores hallaron que una variedad de alfa-sinucleína (la proteína mal plegada implicada en el párkinson) puede causar un trastorno neurodegenerativo similar pero raro, la atrofia multisistema. Saber cómo difieren en forma las variantes de estas proteínas y cómo influye la configuración en su naturaleza patógena será sin duda motivo de estudio en el futuro. «Hay indicios de que existen distintas variedades tanto de priones como de proteína amiloide beta, las cuales ejercen efectos biológicos muy dispares», afirma Lary C. Walker, de la Universidad Emory, que participó en el estudio de Nature Neuroscience. «Creo que entenderlo nos dará una visión más profunda de lo que está sucediendo en la enfermedad.»





Encuentran abundante fauna en Chernóbil ( noticia)

Encuentran abundante fauna en Chernóbil


El 26 de abril de 1986 sucedía un devastador accidente en la central nuclear de Chernóbil. Se derritieron las barras de combustible del reactor número cuatro y una enorme explosión dispersó una enorme cantidad de sustancias radiactivas, las cuales contaminaron una superficie de miles de kilómetros cuadrados próximos a la central nuclear. Los habitantes de la zona fueron evacuados y el lugar fue declarado zona de exclusión.
En los años posteriores al desastre, la vida salvaje ha vuelto a poblar la zona abandonada por los humanos. Según un reciente estudio a largo plazo llevado a cabo por Jim Smith, de la Universidad de Portsmouth, y sus colaboradores, en la actualidad viven allí numerosos animales: entre estos, ciervos, alces, jabalíes y lobos. Al parecer, el número de mamíferos es similar al de otras reservas naturales no contaminadas de la región.
Resguardados de la caza
La prohibición de acceder a la zona y el miedo a la radiación se encargan de que los animales no sufran la amenaza de los cazadores. Además, la alta densidad de presas supone unas condiciones óptimas para los lobos: su población actual en Chernóbil es incluso siete veces más alta que en otras reservas. También los osos y linces, especies extintas en la zona, han regresado al lugar. Otras, como los bisontes y los caballos salvajes de Przewalski, han sido introducidas en este paraje con el fin de aumentar la biodiversidad.
«Nuestro estudio no revela que la radiación sea buena para los animales, sino que las costumbres humanas, junto con la explotación de la tierra y la agricultura, la caza y la silvicultura perjudican a las especies más que la radiactividad», aclara Smith. Estudios anteriores han demostrado que las sustancias radiactivas pueden perjudicar a muchos individuos. Se constató, por ejemplo, que las golondrinas que vivían en el entorno donde sucedió el desastre nuclear presentaban, de promedio, malformaciones (picos deformes o plumaje poco desarrollado, entre otras) con más frecuencia. Asimismo, se han documentado daños y mutaciones en insectos, arañas, aves migratorias y peces. Por ello, Anders Møller, de la Universidad de París-Sur, criticaba hace unos años la afirmación de que Chernóbil fuese un paraíso natural. Según indicó, este supuesto «se basa únicamente en informes anecdóticos; no en estudios empíricos».
Casos aislados
Aunque James Morris, de la Universidad de Carolina del Sur en Columbia, halló que al menos en un inicio los peces y otros animales presentaban numerosas alteraciones en el ADN así como deformidades físicas, estos individuos apenas sobreviven hasta la edad adulta, por lo que los efectos negativos no pasan de generación en generación. Los datos longitudinales revelan también que la población de jabalíes experimentó un fuerte crecimiento al inicio; sin embargo, hace unos veinte años se redujo su número, fenómeno que se atribuye principalmente a la propagación de lobos y a una epidemia. No está claro si el brote estaba relacionado con un sistema inmunitario debilitado a causa de la radiación, pero desde entonces la población de jabalíes ha aumentado de nuevo de manera notable.
«Por primera vez, nuestros resultados demuestran estadísticamente que la zona de exclusión alrededor de Chernóbil es hoy el hogar de una rica fauna de mamíferos, independientemente de las posibles alteraciones que puedan presentar algunos ejemplares a causa de la radiación», concluyen los autores.