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jueves, 12 de abril de 2012

Gobernanza e ingobernabilidad (...) ( 7 min.)

Gobernanza e ingobernabilidad en una Europa cambiante.
( 5 minutos)
©Juan B Lorenzo de Membiela

Podría coincidir con Habermas que en la sociedad occidental concurre hoy un Estado administrativo que garantiza la libertad y garantiza el poder de organización a través de cauces políticos . Y sin embargo discrepo de ello por varios motivos, uno de ellos, y sobre el cual no quiero detenerme, trata de las consecuencias de la Revolución Francesa  cuyos postulados sientan lo que ha venido en llamarse "Nuevo régimen" o "Estado moderno". Idolatrada y erosionadas sus aristas por el paso del tiempo, no supuso , sin embargo, un orden diferente al que defenestró, sino que disfrazó antiguos privilegios estamentales por otros semejantes si bien justificados bajo la oportunidad política o el bien general; conceptos abstractos que hoy son superados restando legitimidad a todo el aparataje institucional creado.

Otros diferentes, la Shoah del nacionalsocialismo, el totalitarismo del marxismo y la decadencia de la Europa de las metrópolis, han generado dos consecuencias: primera, sensibilidad ante la violación de la integridad moral y corporal. Segunda, indiferenciación de los conceptos « vencedor» y « vencido»; « dominante» y « dominado», la ambivalencia de un ser y un estar en la vida a causa de imputs generadores de incertidumbre.

Alejándonos de cadenas que se arrastran por los pecados de un ayer, se superan los límites de lo físico ponderando lo intangible. Son los tiempos del fondo que no de las formas. Es el éxodo hacia el hombre multidimensional cuando las colectividades quiebran por no satisfacer conciencias. Ante este vacío, de una magnitud asfixiante, surgen iniciativas de unos pocos, proyectos, regeneracionistas todos, dirigidos a la sociedad, a la política y a la economía. Se quiere y se necesita superar un relativismo que se ha convertido en valor, implantado en una sociedad que adopta, narcotizada, una cultura sin Dios, lo que significa una sociedad sin verdades. Superando con ello la equivalencia entre ser –verdadero-bueno-bello, como sostiene Ruiz Retegui ya que no se plantea si lo bello (que atrae) es verdad y bien.

Esto no sólo se limita a la ciencia política , a la  sociológica, también a la jurídica, porque causa una erosión profunda de los principios sobre los que se construyó el Derecho y una erosión profunda de los principios sobre los que se aplica el Derecho: usados en la interpretación jurídica para  la resolución   de procesos ,de modo transversal ,suponen una fuente indirecta del ordenamiento jurídico capaz de promover normas jurídicas. Principios fraguados en el tiempo sobre ideas cristianas en donde hay un bien y hay un mal cierto, y en donde la dignidad de la persona, la misma que ha permitido la racionalidad laica excluyente, protege a un hombre libre en su decisión personal, sin  miedos a las tiranías, a las insolencias, contumelias y oprobios.

De entre varias iniciativas quiero centrarme en una, de carácter poliédrico, de carácter expansivo, aglutinador de distintas sensibilidades sobre el cambio en la acción de gobierno a través de la organización pública y sobre el cambio en la sociedad europea respecto a sus instituciones sobre  un escenario de ingobernabilidad.

 Comprende también la percepción de la representatividad que supera los férreos límites de una democracia decimonónica anquilosada. Incapaz para gestionar corrientes de opinión dispares aún los avances en las comunicaciones telemáticas.

Mediante la gobernanza o gobernación , se pretende, además de recuperar un protagonismo de los ciudadanos, legitimar y liderar la decisión gubernativa. Para Fernández Sola, la gobernanza europea persigue, estratégicamente, modificar y adaptar las instituciones de la UE y reforzar la coherencia de sus políticas potenciando una imagen compacta de su acción y de los principios que la inspiran.

Para Rosenau y Czempiel, opera como acción del poder público sin ostentar su condición de institución; implica adoptar decisiones sin gobiernos ,en un sentido formal, pero sí con otros actores que interactúan con aquél y que participan de su acción a través de asociaciones y organizaciones no gubernamentales. Pero si esa interacción  entre gobierno y sociedad –sobre esta hipótesis se trabaja  -  no ha paliado un euroescepticismo, al menos, refleja una identidad y unos valores europeos comunes allende sus fronteras. Quizás en esa  percepción de unidad se encuentre  gran parte de su peso político .

Uno de los objetivos  más destacables de la gobernanza es la lucha contra la corrupción. Hecho éste que casi siempre ha preocupado a los gobernados pero en el cual incurren de un modo u otro los gobernantes rememorando a Lord Acton. 

Conectamos aquí con la antropología bodiniana con resonancias a Maquiavelo para quien en el hombre hay una tendencia natural hacia la corrupción. Si admitimos este imperativo intemporal , habrá que asumir que el hombre con poder es corrupto por naturaleza en atención a las obras para alcanzarlo y mantenerlo. 

O bien que el poder corrompe al hombre que cae inexorablemente en su efímera fascinación. Y no me refiero a lo excéntrico, a la corrupción ficticia y  grotesca con fines políticos o a la corrupción grosera-monetaria, de carácter delictual. Existen otras esferas de actuación personal, de corrupción más sutil, más elaborada en donde la toma de decisiones no son consecuencia de una aplicación objetiva del Derecho. Porque se persigue satisfacer, desde posiciones de preeminencia, fines cercanos al fuero interno de la autoridad y que escapando a las rigideces de los reglamentos, sólo los principios y valores de la autoridad son capaces de limitarlos .Esto también es corrupción aunque no tenga una exteriorización sórdida pero causen daños personalizados . 

Habrá , por ello, que comenzar a plantearse la sutileza y la levedad de acciones artificiosas más allá de los vistosos y estridentes escándalos, muchos de ellos inconsistentes frente a otros más discretos y silenciados por un miedo paralizante.

Otro propósito de la gobernanza trata de evitar la ingobernabilidad. De contenido  menos instrumental, más esencial, refiere  al concepto de Estado y la trascendencia de los ciudadanos en la decisión gubernativa. 

Penetramos en los ámbitos político, económico y administrativo. Más significativo, tocante a la propia existencia y efectividad del gobierno como institución investida de auctoritas. Ello ocasiona arduas polémicas doctrinales. Entre muchas, la expuesta por Mayntz, que constata una ruptura entre la teoría de la democracia y la teoría de la gobernanza política .

 Otra, la expuesta por Aguilar Villanueva, desde una perspectiva gerencial, para quien la gobernanza es un cauce para instaurar racionalidad y eficacia en el poder público para la conducción de la sociedad 11. Un instrumento para superar las incapacidades gestoras que han ocasionado daños a la sociedad, sin mayor responsabilidad, y truncado, es lo importante, oportunidades futuras y progresos lineales en la organización en provecho de todos.

Se quiera evitar la ingobernabilidad, definida como una discrasia entre el flujo de las demandas políticas y el de las respuestas institucionales  que avocaría a un régimen autocrático. Se trataría de una crisis fiscal del Estado desbordado por exigencias prestacionales.

Se caracteriza la ingobernabilidad por una creciente desigualdad social, por una desestructuración de valores, intereses y poder; por la dificultad de llegar a consensos, por la interdependencia de los procesos de decisión político- estatales con intereses socioeconómicos particulares, por exigencias cambiantes y conflictivas que surgen al Gobierno; por protestas políticas e iniciativas cívicas discrepantes con políticas gubernamentales, por el descontento y escepticismo hacia los partidos políticos, por mayorías parlamentarias inestables, por el aumento de la burocracia, por la crisis financiera que succiona al Estado. 

Todo ello junto a la reducción de la seguridad jurídica de las instituciones públicas, elementos, todos ellos , soportados por la sociedad 16 y que propicia una atmosfera de inseguridad impredecible en sus consecuencias.

Vallés habla de los problemas reales de la democracia como consecuencia de la insatisfacción por su rendimiento, acotando, como problemas esenciales: la democratización de los partidos (con eventuales elecciones primarias y riguroso control de la financiación), más democracia directa, más transparencia administrativa, más controles parlamentarios y mayor  eficacia judicial. Hoy no testimoniales sino inexistentes por la disciplina de partido, lo que justificaría modificar el término democracia parlamentaria por la de democracia de partidos . Se suma , en los últimos años, una corriente de pensamiento  que recoge la crisis  en  la organización territorial del Estado , pasando de una centrifugación territorial a otra  centrípeta fundamentándola en la eficiencia económica y gestora.

A ello se une el oscurantismo del poder, destacado por autores -Max Weber-  pero característico de los sistemas burocráticos, sin mayor relevancia científica que la propia burocracia en sí misma considerada .

En esta acepción, la gobernanza se centraría en crear un cauce de participación de la sociedad civil en los procesos de gobierno. Cooperación entre el poder legitimado y sociedad civil de la que emana esa legitimidad para alcanzar una mayor aceptación de la acción pública comunitaria 18.

 El Dictamen de 27 de mayo de 2002 del Comité Económico y Social centra el objeto de la gobernanza en superar el escepticismo del ciudadano europeo causado por percepciones erróneas, mala comunicación, participación inadecuada, falta de conocimiento e intangibilidad en la acción europea. 

Este hecho   justifica la teoría de la «Media malaise» dentro de las teorías de la desmotivación política y ,concretamente, la paradoja de Ronald Inglehart: Los públicos de las sociedades industriales avanzadas democráticas, estables y prósperas, no muestran niveles más altos de satisfacción con sus sistemas políticos que los públicos de los sistemas autoritarios y pobres; muy al contrario, por asombroso que parezca, muestran significativamente menos confianza en sus líderes e instituciones políticas que sus iguales en los países en vías de desarrollo .

Aniquilamiento del espíritu (4 min.)


Aniquilamiento del espíritu.


(4 min.)


©Juan  Lorenzo de Membiela
Doctor por la UV

Karl Lorenz explica que lo que amenaza la existencia de una especie animal no es el enemigo que con ella se alimenta sino siempre  el competidor del enemigo. El ejemplo lo expone  en su obra «  Sobre la agresión: el pretendido mal ». Cuando el hombre llega a Australia lo hizo con una especie de perro, el dingo. Revertido el animal  a su estado salvaje, no acabó con  ninguna especie que le proporcionaba sustento pero sí con otras como los grandes marsupiales  carnívoros que consumían el mismo alimento. 

Lejos del plano etológico y cercanos al  social, se constata una transposición de ese ejemplo.  El uso  del sufrimiento ajeno   para alcanzar fines   propios y luego  desechar al afligido  como mercancía usada ha sido visto, por desgracia, en varias ocasiones. Es una práctica rechazable y que responde sólo a un materialismo en ejecución de la máxima de que todo vale para alcanzar el fin, el poder, el beneficio, la ventaja oportunista   . Este hecho es reprobable. No  cabe  en una  formación moral mínima pero no he visto ningún texto que lo recoja explícitamente como regla o método de conducta.  Al menos en  textos contemporáneos. Sí se encuentra, sin embargo, en un código tan lejano  en su origen, como es el Bushido o código del guerrero japonés.  El Bushido  es básico para entender la cultura japonesa, en el pasado y en el presente,  y  dice: la bondad hacia los débiles, los labriegos o los vencidos, fue siempre exaltada como apropiada particularmente para  un Samurái ( Inazo Nítobe,2005) . La bondad doblega bajo su ascenso todo aquello que es un obstáculo para su fuerza, lo mismo que el fuego es vencido  por el agua. Conmoverse por la desgracia es la fuente de la belleza. Un hombre bueno está por consiguiente siempre afectado  por el espectáculo de los que sufren y se encuentran en dolor.

Pero hoy en nuestra sociedad la reparación del mal que causó ese dolor  es ignorada y  molesta al  « adversario »  y  al  « enemigo »   y ello porque no genera rédito alguno. Hay una decadencia en este proceder  y un sometimiento de lo espiritual a lo material.  Supone, en suma,  una cosificación de la persona que degrada su dignidad. E  Inversamente, la vileza beneficia a cualquier  organización que da un paso hacia atrás   en la   regeneración cívica, asumiendo que sin conceptos morales todo es  más asequible. Confrontando una y otra situación, el idealismo nipón se proyecta hacia la eternidad, mientras que el materialismo occidental se proyecta hacia  lo efímero.

El  idealismo es peligroso por lo que supone de desafío frente a lo comunitario.  En el conformismo  de la sociedad reside el arte de la gobernación. El gobierno de los mansos. Un conformismo aletargado hace al terror menos violento e ideológicamente menos explícito. Estadio fecundo, puerta de lo pretotalitario. Un clima social enmudecido  acaba legitimando en la sociedad   cualquier exceso político (Arteta, 2010). Este es el peligro de la falta de libertad de comunicación y de pensamiento.
Hay que callar   anímicamente al idealista y destruirlo socialmente: La « solución final ». Opción pulcra, impune, abyecta. Al  estilo de las prácticas de « curación  » o « reeducación »  soviéticas  que perseguían    distorsionar, debilitar  y  destruir las funciones mentales de los disidentes. La  divergencia fue  temida,  y se trató de eliminarla  con fármacos o con el miedo a los fármacos. En esa práctica se constató  un uso abyecto de la ciencia y una degradación  médica  ignorando  su código deontológico por miedo al poder (Levi, 2000) o por su complicidad con él.

La ingeniería del aniquilamiento del espíritu es multiforme. Hoy también se emplea. Es una lucha que tiene un principio  y un final siempre con una víctima  pero en el que intervienen  propios y ajenos. Una sociedad, y más en crisis,  necesita de anecdotarios escandalosos   para justificar lo que ya está degradado. Poco importa lo autentico, sólo es importante lo accesorio. Lo  verdadero  es el fundamento de la libertad pero hay miedo a ser libre porque al  serlo se  asumen obligaciones  en una comunidad en donde no existen el bien y el mal como categorías concretas.

Cuando la responsabilidad como concepto moral queda difuminada  también lo hace el  concepto de honor. Éste  es un  bien que se refiere a  la estimación de la persona en la sociedad y por la sociedad. Tiene  un aspecto íntimo y personal, consistente en la estimación personal de su dignidad  por ajustar su vida y su conducta a un patrón moral que la comunidad mayoritariamente estima honesto y honrado. Cuando lo mayoritario en la sociedad no responde a esos conceptos sino a otros, todo queda modulado de otro modo, diferente y distinto de lo que ha sido pero que ya  no es. Sin honor y sin responsabilidad fácil es constatar lo maleable  que resulta la sociedad y  con ello cuestionado la esencia misma de la democracia porque como declara Pieter Droist:

 « Con demasiada frecuencia, la democracia se ha identificado con los derechos populares, aunque en realidad la democracia se ha levantado gracias a la responsabilidad política y social de todos los ciudadanos. Tanto en lo que se refiere al Estado como a la comunidad de estados, la sociedad democrática, que se basa en el respeto a los derechos humanos de todas las personas y a los derechos naturales de todos los pueblos, sólo puede asegurarlos y mantenerlos cuando la responsabilidad política, económica y social que corresponde a esos derechos, se respeta plenamente […]  » .

Más preocupante  sea que en el Foro de Davos en enero de 2012 se haya planteado la operatividad de la democracia  en un escenario de  crisis que exija un gran sacrificio  social. Sin duda es la hora del liderazgo y éste sólo prosperará cuando se construya sobre la  verdad generosa y no sobre la mentira egoísta.




INCOMPATIBILIDADES DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS, EDITORIAL ARANZADI, PAMPLONA, 2012 (5 MIN.)


INCOMPATIBILIDADES DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS, EDITORIAL ARANZADI, PAMPLONA, 2012(5 MIN.)
JUAN B. LORENZO DE MEMBIELA, AUTOR DE LA OBRA “INCOMPATIBILIDADES DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS”

“La Gerencia es una ciencia y como tal debe asumirse”

31 de Enero de 2012
  • "Hablar de gestión obligatoriamente implica hablar de personas y la forma más optima de dirigirlas en un marco de respeto a su  dignidad"
  • "Toda organización comete errores  pero también muchas  alcanzan sus objetivos"
Entrevistamos en Legal Today a Juan B. Lorenzo de Membiela, un administrativista que estudia su campo desde una perspectiva profundamente valiosa para quien se dedica a este aspecto del Derecho: desde el punto de vista del funcionario, viendo la Administración como un centro de trabajo de personas con cualificación objetiva sometidas a una jerarquía; a partir de un estudio práctico en donde se conjugan sentencias de los tribunales y casuística administrativa dictada por la Comisión Superior de Personal.
Legal Today

¿Cuál es la situación en la Administración española, estatal y autonómica?
La Administración como el resto de la sociedad  sufren las consecuencias de una crisis financiera global  que ha provocado unas medidas de contención del déficit público. En ejecución de ese objetivo, las retribuciones de los empleados públicos se han reducido  desde  2010  y están congeladas  para  2012. También se ha reducido considerablemente la tasa de  reposición de efectivos, es decir, se ha  limitado provisionar las vacantes por jubilación o incapacidad u otras causas  de funcionarios en activo.  Esto ocasiona una reducción importante de personal y motiva, del mismo modo, un incremento de la carga de trabajo, notable,  en varias administraciones. Este hecho, por ejemplo, no ha tenido trascendencia en los medios.
¿Existe algún error de base jurídico en la estructura administrativa española?
Hablar de estructuras  administrativas implica hablar de diseño político sobre lo que se  quiere organizar administrativamente. No me corresponde a mí, como estudioso, pronunciarme sobre ello.
Constato un escenario de crisis y un gasto público que se generó años atrás que está siendo cuestionado hoy.  Pero son hechos  no coetáneos, producidos en  años  distintos: un  hoy crítico y un ayer muy prospero.
Cada una de esos momentos responde a circunstancias y previsiones diferentes. La crisis global está afectando a   España muy duramente  y a la zona euro y el ajuste ha llegado de modo necesario para evitar una quiebra del Estado con repercusiones muy negativas en la economía europea y mundial.
¿El Derecho puede hacer algo para mejorar las noticias que cada día saltan a la prensa...acerca de la “mala prensa” de la Administración?
El Derecho garantiza  una libertad de prensa, de opinión  e información. Información veraz como dice nuestra Constitución, pero en ocasiones es más publicitario vender una “mala administración”  que una “buena administración”. Toda organización comete errores  pero también muchas  alcanzan sus objetivos. El error en sí mismo es algo necesario pues  sin ellos no se avanzaría  en ningún proyecto que se inicie.
Mejor  de que la prensa hable mal o bien, es importante que los directivos públicos sepan motivar  a sus funcionarios  incluso ahora, cuando atravesamos momentos de alta  incertidumbre económica y altas tasas de trabajo.
¿Le parece que se habla alegremente de la Administración y sus funcionarios?
Siempre es un tema socorrido en cualquier reunión lanzar algún chiste sobre  funcionarios. Pero esa es la idiosincrasia  que hay.
Últimamente hay noticias acerca de una futura reforma del Código Penal que afectaría a los gestores públicos de fondos. ¿Cómo valora esta posibilidad?

Se está olvidando que uno de los principios de la gobernanza europea desde su Libro Blanco en 2001 es la responsabilidad  en la gestión pública. Pero la misma no ha tenido mayor trascendencia practica.   Las diferentes culturas  que coexisten en una agrupación de países como es la Unión Europea, han impedido que la gestión de lo público tenga un mismo  concepto y finalidad.
La Gerencia es una ciencia  y como tal debe asumirse. Creo que la falta  de esa percepción en lo público ha ocasionado  no pocos problemas  junto a ineficiencias que pueden resultar inexplicables.
En la colección de Derecho Administrativo que usted ha llevado a cabo en Aranzadi destaca la gran tarea de documentación y su contraste con la práctica. ¿Hay otra manera de encarar el Derecho Administrativo?
Siempre he querido realizar este proyecto que me ha llevado varios años. Frente a estudios estrictamente de investigación científica  que no colman si no aspectos muy concretos, opté por un estudio practico en donde con remisiones a autores  se conjugasen sentencias de los tribunales  y  la casuística administrativa dictada  por la  Comisión Superior de Personal.
Muchos de esos acuerdos y dictámenes de la Comisión Superior de Personal  analizan supuestos que no llegan normalmente a los tribunales  y eso es lo que los convierten en útiles herramientas para encontrar soluciones a problemas muy diversos.
El último volumen, acerca de las “Incompatibilidades de los funcionarios públicos”, se ha vuelto más que nunca de actualidad a raíz de las última actuaciones ante los tribunales y la crisis. ¿cómo lo ha enfocado usted?
No hay ninguna conexión entre lo que se trata en este estudio y los ilícitos penales que se están tramitando en la actualidad.  
“Incompatibilidades de los empleados públicos”   obedece a razones de sistemática con el objeto de la colección  que es la función pública en sus aspectos más relevantes. Es una obra exclusivamente administrativa  con la finalidad de aclarar  qué trabajos están permitidos siendo empleado público y cuáles  no lo  están.  Es una línea que en ocasiones es muy tenue  y conviene despejar dudas. La precariedad de las retribuciones públicas  ha originado necesidades   que deben suplirse, el saber cuáles son viables y cuales no ,es lo que pretendo documentar.
La casuística que se recoge perfila con claridad  los límites que la legislación ha impuesto a los servidores públicos. Y esos límites  persiguen  proteger la objetividad  e imparcialidad en la ejecución de sus competencias.  Por ello el mantenimiento de un funcionariado objetivo es  tan importante y básico para una Administración eficiente.
¿Qué obra puede escribir un administrativista en su madurez?
Queda mucho por estudiar y aprender. Estoy muy interesado por la Teoría General de la Administración, aspectos de organización pública y la ponderación en ella de su elemento humano.
Hablar de gestión obligatoriamente implica hablar de personas y la forma más optima de dirigirlas en un marco de respeto a su  dignidad. Como ve, la problemática es compleja por las inercias burocráticas que tienden a cosificar  al funcionario.
Usted ha dedicado su vida profesional y académica al Derecho Administrativo. Si tuviera que dar un consejo a un abogado administrativista, ¿cuál sería?
Dedico mi vida al Derecho, en presente no en pasado. Mi consejo seria conocer la evolución histórica  de las distintas instituciones administrativas. En esa evolución  pueden  encontrarse  respuestas  a interrogantes que las normas vigentes plantean.

Causa contra magistrados de Albacete 1834 ( 7 min.)


Causa contra magistrados de Albacete 1834
( 4 minutos)


©Juan Lorenzo de Membiela
Doctor por la UV

La  división en provincias de España se acordó  mediante el  Real  Decreto  de 30 de noviembre de  1833  ,firmado por  la Reina Gobernadora  Dª María Cristina de Borbón, en nombre de su hija  Isabel II durante su minoría de edad.  La acomodación territorial de los tribunales y su jurisdicción  a las provincias se practicó en   26 de enero de 1834,  por  Real Decreto expedido por la Secretaria de Estado y del Despacho de Gracia y Justicia por el que se uniforman los Tribunales Superiores, mandando observar la nueva distribución del territorio de los mismos con la creación de las Audiencias de Burgos y Albacete.

La Real Audiencia  de Albacete  se constituyó con  dos de las Salas de la antigua Chancillería de Granada, una de lo Civil y otra de lo Criminal.  Estaba integrada  por un regente (presidente) , nueve  ministros ( magistrados)  con  dos fiscales y los subalternos correspondientes. Formaban una Sala Ordinaria para lo civil con cuatro ministros y otra para lo Criminal con cinco ministros.

Su jurisdicción se extendía  a las  provincias de Ciudad Real, Cuenca y Murcia con una superficie de 2,452 leguas (De la Escosura, 1853).

En 1835 la formaban:

D. Juan Antonio Almagro, Regente.


D. Pablo M. Paz y Membiela, Magistrado (auditor de guerra de la Armada) .


D. Antonio Rentero y Villa, Magistrado.


D. José García Suelto, Magistrado.


D. Miguel Gómez, Magistrado.


D. Ginés María Serrano, Magistrado.


D. Francisco Aynat, Magistrado.


D. Diego Ossa y Ochoa, Magistrado.


D. Benito Romero, Magistrado.


D. Pedro Ayuso, Magistrado electo.


D. Francisco Ramón de Moncada, Fiscal.


D. Rafael Almonacid, Fiscal.

De éstos, D. Pablo de Membiela, D. Miguel Gómez y D. Francisco Aynat, eran alcaldes de la Sala del Crimen. Les tocó enjuiciar una causa  que   el Corregidor (alcalde)  de Cuenca entabló contra Fr. Liborio Sánchez por expresiones alarmantes proferidas en un sermón. El sobreseimiento del asunto les costó un expediente o  causa formada por Real orden de fecha 7 de enero de 1836.

Antes de detallar los pormenores del  incidente debemos describir  el marco histórico en  el que se desarrollan estos hechos. Sin profundizar en ellos, referir que  en 17 de julio de 1834 se cometió la matanza de ochenta  frailes  en Madrid ante la inactividad de las autoridades y bajo el grito     « Muera Cristo, viva luzbel, muera Carlos, viva Isabel  » (Dendle, 1968) , típicos de algaradas y barricadas urbanas de aquella época . Asesinatos seguidos  en Barcelona y Reus y  quema de conventos en  1835. A ello se unía  un alzamiento militar de carácter liberal y la adopción de medidas contra las órdenes  religiosas.

En este contexto, el 10 de abril de  1835 ,  Fr. Liborio Sánchez, dominico, en la capilla de NSra. de las Angustias,  extramuros de Cuenca,  declaró: « que los impíos tienen proyectada una degollina de los Ministros del Señor en la próxima Semana Santa, que él sufriría con resignación  su suerte, pero que era preciso denunciarlo al público » .

Preso el religioso y encausado por el Corregidor de Cuenca, ante  la  autoridad  el fraile declaró que el Prior del convento de religiosos de S. Pablo en  Tarancón, había recibido un correo anónimo en el que se le había informado  del proyecto de degollar  a los sacerdotes. Encontrándose la causa en estado de sentencia  fue remitida a la Real Audiencia Territorial de Albacete en 8  de junio de 1835. El procesado solicito su absolución.

La Audiencia de Albacete dicta Auto de sobreseimiento en 22  de junio de  1835, no dictando sentencia y poniéndolo en libertad.  Se le advierte que en lo sucesivo evite en sus sermones expresiones de interpretación dudosa, limitándose a la predicación de la moral evangélica y obediencia y respeto debidos al Gobierno.

El Fiscal, D. Joaquín Melchor y Pinaz,  eleva a SM la negativa de la Sala a admitir su  recurso contra el  auto exculpatorio que libera al fraile. Recibido por el Tribunal Supremo de España e Indias, mediante Real Orden de 17  de octubre de 1835,  anuló las actuaciones de la Audiencia de Albacete reponiéndolas  al momento en que  fueron remitidas de Cuenca  a la Audiencia. También se ordena a los magistrados actuantes que se presenten ante el Tribunal  Supremo para depurar responsabilidades. Procedimiento que se sustancio en Madrid conminándose a los magistrados de Albacete a ajustarse a los límites de su jurisdicción .

Ese veredicto es recurrido por  los magistrados: contra el pago de costas y contra el desdoro  profesional como jueces de que se les conmine a  sujetarse a su jurisdicción. El abogado defensor apela a que se documente  por los Regentes del resto de Reales Audiencias Territoriales su proceder en casos similares. De esta prueba varias  son las que proceden como la de Albacete. 


Constatando actuaciones dispares por parte de las Audiencias , el Tribunal Supremo en 22 de noviembre de 1836, dicta sentencia  absolviendo libremente a los magistrados  con la declaración de que en la formación  de la presente causa no les perjudique  en el buen concepto que se hayan adquirido como tales Magistrados.  Dándose cuenta a  SM por el ministerio de Gracia y Justicia .La sentencia pasó a cosa juzgada en 5 de diciembre de  1836.

Este caso , de notable repercusión nacional, muestra los intereses confrontados entre lo político en manos del corregidor de Cuenca y lo judicial  que  fraguan una espiral  de difícil justificación en atención al objeto del delito, de mínima  relevancia. Es recogido en la           « Colección de las causas más célebres » , escritas por la  Sociedad Literaria de Amigos Colaboradores, en la Imprenta de Ignacio Estivil en Barcelona ,en 1846. Bajo el epígrafe  « Causa contra los  magistrados de Albacete » .

Tanto ayer como hoy se mantiene la pugna entre las esferas de poder: un abuso del político tratando de  aplicar unas penas ejemplarizantes para callar la voz de un clero verdaderamente asustado por  la marcha de acontecimientos hostiles  .Y una decisión judicial ponderando, en equidad ,el hecho oratorio en una pequeña capilla de Cuenca y que   sólo verifica  la perenne ambición del hombre por  someter a los demás a través del pavor y la impiedad. 


En esa confrontación la independencia judicial trató de mitigar el excesivo rigor del corregidor de Cuenca contra el fraile que sufrió cárcel hasta su puesta en libertad por nuestra  Real Audiencia.

Medidas extremas en un extremo de la solvencia (5 minutos)


Medidas extremas en un extremo de la solvencia (5 minutos) 
03.01.2012 - 


©JUAN LORENZO DE MEMBIELA
 DOCTOR POR LA UV 






Las medidas urgentes acordadas por el gobierno en Consejo de Ministros en 30 de diciembre de 2011 demuestran realismo político, voluntad decidida a frenar una caída vertiginosa. Sin embargo , no es posible interpretar en toda su amplitud esta decisión sino se pondera el contexto internacional gracias al cual, a través de la subasta de deuda soberana por el Tesoro, puede España seguir manteniendo sus servicios públicos y compromisos financieros.

En prensa internacional , el periódico alemán Die Welt en su edición de 30 de diciembre de 2011, calificaba de «drástica» la estrategia económica adoptada por el nuevo Gobierno aclarando que las mismas serán aprobadas por el Parlamento en donde cuenta el Partido Popular con mayoría. La amplitud de las medidas son calificadas por Die Welt en 20 de diciembre de 2011, como señal enviada a los socios de la Unión Europea (UE) y especialmente a la Canciller Merkel para evitar la intervención del país por una troika comunitaria, como parece ser estaba previsto.

De haberse producido hubiera impedido para el Gobierno del PP la capacidad para administrar la crisis, convirtiéndolo en testigo presencial sin capacidad de decisión y autonomía, amén de otras «consideraciones políticas» con resultados presumiblemente adversos para las próximas elecciones generales de 2015. Una España intervenida no es «vendible» electoralmente.

 O quizás se hubiera generado algo más grave : desaliento de la ciudadanía hacia instituciones públicas incapaces de gestionar un poder que se les ha dado, aunque ofrecido in extremis la derrota final.

Para Financial Times , en su edición de 30 de diciembre de 2011 , el déficit presupuestario contabilizado , 8% del Producto Interior Bruto (PIB) implica, un 2 % más del inicialmente previsto , 6%, que declaró el Gobierno saliente a la UE . Ello equivale a 20.000 millones ? adicionales. Esta suma supone un nuevo obstáculo para cumplir el objetivo de situar el déficit al 4,4% del PIB en 2012.

The Wall Street Journal , en su edición de 31 de diciembre de 2011, los datos de déficit obligará a convenir otras medidas de contención para alcanzar en 2012 el objetivo acordado. La diferencia entre el déficit real y la reducción acordada con la UE para 2012, obligará a recaudar unos 36.000 millones  adicionales.

Sobre este punto , el rotativo norteamericano coincide, básicamente, con las previsiones del informe de la Fundación de las Cajas de Ahorro (FUNCAS), expuesto en sus 'Cuadernos de Información Económica', número 225. Titulado 'Deberes para la próxima legislatura', identifican a las Comunidades Autónomas y Administraciones territoriales como responsables del desajuste presupuestario . Estiman necesario aportar 40.000 millones ? para cumplir las previsiones en 2012 .

Junto a ello, los vencimientos de deuda soberana por los préstamos concedidos a España obligarán durante 2012 a desembolsar 158.000 millones ? o renegociar el pago de intereses, medida esta última inadmisible so pena de perder la solvencia que todavía mantenemos. En cuanto a los vencimientos previstos es lógico pensar que se encuentren contabilizados en los Presupuestos Generales del Estado para 2011 que han sido prorrogados para 2012. O no, lo que implicará aprobar otros Presupuestos para 2012 en 2012.

La percepción pesimista de la crisis ha crecido hasta el 71% de la población , de entre ellos, un 45% expresa una opinión radicalmente pesimista y en proceso de empeoramiento. Respecto a la economía familiar un 23% percibe que su situación ha empeorado durante los últimos meses y que en 2012 será peor. Solo un 33% de los consumidores pudieron ahorrar; un 48% gastó todos sus ingresos y un 19% se endeudó.

Como soluciones, Funcas, propone: el saneamiento y el reequilibrio de las finanzas públicas conservando su filosofía redistributiva. Revisar el sistema tributario, potenciando al máximo su poder recaudatorio sin que por ello se desincentive la actividad, el consumo, el ahorro y la inversión. En paralelo, debe actuarse en el terreno del gasto, apurando hasta lo indecible las ganancias de eficiencia, para continuar ofertando todo un conjunto de servicios públicos esenciales.

Inquietante es la persistente y continua critica sobre los empleados públicos como problema financiero de primer orden . El Economista , en sintonía con otros medios, recoge en su edición digital de 1 de enero de 2012, la confrontación entre funcionario y emprendedor.

El problema es de calado, porque no sólo el personal genera gastos, desde luego los más cuantiosos no lo son. Cabe decir que es el más débil en la esfera administrativa y que responde a la consecución de unos objetivos que son determinados por dos variables: por los directivos que los fijan y dirigen y por la carga de trabajo que soportan . No olvidemos que la Administración es una organización de corte burocrático que se vertebra sobre el principio de jerarquía. La mala gerencia no es responsabilidad de quienes están obligados por imperativo disciplinario a acatar unas órdenes.

La gestión , soporta una gran carga de nuevas demandas, consecuencia del elevado número de servicios que el Estado ha asumido. Hoy muchas Administraciones han visto doblado su trabajo habitual - estadísticamente hablando- . Nadie hay quien diga algo sobre ello. Pero tampoco nadie agradece el hecho de hacerlo. Y en un marco socialmente adverso y con unas retribuciones mermadas , el esfuerzo es notable y desconocido.

Si no se buscan otras fórmulas para financiar los servicios que el Estado no puede soportar habrá que modular la protección pública. El co-pago, no es inverosímil, la gestión mixta público-privada, una alternativa pero con matices.

El personal para prestarlos , en defecto de funcionario, supondría remitirse a la « externalización de los servicios públicos » . Opción privada que sustituirá funcionarios por trabajadores sometidos a término estipulado en contrato público. Esta opción es defendida en la Teoría General de la Administración por la denominada « Public Choice» .

 No quiere ello decir que sea una opción absolutamente plausible, pues la objetividad e imparcialidad del funcionario, que se presume, no es elemento integrante del puesto de trabajo de quienes no lo sean. Ello no impide que deba recriminarse y, actuar legalmente en su caso, ante una contratación masiva de funcionarios no justificada, como exponente de una crasa irresponsabilidad política. Todo ello en un marco riguroso de contención del gasto público.

Se ha dicho que se buscan soluciones pero no responsabilidades. Meritoria frase. Pero por desgracia la gerencia estricta se construye sobre la responsabilidad de la eficiencia: maximización del servicio al menor coste.

Hoy apremia una gerencia pública para asumir retos que sólo la genialidad y la creatividad directiva pueden superar.